Skip to content

El regalo más importante en Navidad: La familia

Para los latinos del DMV, más que las cosas materiales, lo importante es estar rodeados de sus seres queridos en diciembre

Para muchas familias latinas el mejor regalo es pasar junto a los seres queridos. | Foto: Cortesía The Upcounty Hub

Los latinos en estas fechas -Navidad y Año Nuevo- ponen en movimiento lo que los hace diferentes: su reverencia a la familia. Si la tienen aquí la quieren más cerca y si la tienen lejos la extrañan y se buscan una a la que abrazar y juntos celebrar.

Unos llegaron hace varias décadas, otros casi ayer y todos van haciéndose un espacio, recuperando a los familiares que vinieron antes, formando la propia o haciendo de sus nuevos amigos la red en la que sostenerse.

Brenda Granados celebrará estas fechas especiales en compañía de su esposo y sus hijos. Habrá tiempo para juegos de mesa antes que al celular y la tableta. | Foto: Cortesía Brenda Granados.

Han aprendido a incluir al pavo relleno en sus mesas, siempre y cuando nadie les prive a los salvadoreños de su pollo con pan, a los hondureños de los nacatamales, a los mexicanos de sus taquitos de cabeza de res, de las hallacas a los venezolanos, del pastelón a los dominicanos o el arroz con gandules a los puertorriqueños.

“Los juguetes para los niños, la fiesta o la comida no tienen valor sin la familia. He aprendido que estar juntos y descansar es la mejor forma de celebrar”, dice Brenda Granados desde el condado de Prince George.

En estas fechas tiene a su esposo y a sus hijos como grandes aliados que la ayudan a espantar la nostalgia de la familia que dejó atrás. Este fin de año casi todos los días en su casa se hornearán galletitas con motivos navideños y se desterrarán los celulares y tabletas; a cambio verán películas navideñas y se incorporarán juegos de mesa.

Con mucha frecuencia las familias inmigrantes viven físicamente aquí y el pensamiento repartido entre los abuelos, padres, hijos, hermanos y amigos que siguen allá y los que viven aquí. Para ahuyentar esa nostalgia, la familia de Granados se pone a bailar cumbias y las graba para enviarles a los seres queridos que están en El Salvador.

“Aprendimos -cuenta Granados- a no gastar lo que no tenemos y a explicarles a los niños que estas fechas es para estar juntos y que solo habrá un regalo por cada uno, que papá trabaja muy duro para darles una vivienda y alimentos, que lo hacemos con amor y que hay que aprender a ser agradecidos”.

La ciudadanía, el regalo más deseado

Agradecidos es lo que están los hijos de Sandra Arana. Esta familia, según ella, acaba de recibir el regalo de Navidad más deseado: “al fin me llegaron los papeles de la ciudadanía, ¿Qué más puedo pedir?”.

Su niña de 11 años y el chico de 16 estaban deprimidos con las noticias sobre las deportaciones y redadas con las que amenaza la nueva administración de Donald Trump. “Mis hijos lloraban de miedo y me decían: ‘el único regalo que queremos es que papá y mamá estén juntos y que no se vayan de nosotros’, ahora queda avanzar con los trámites de mi esposo”, asegura Arana.

Esta familia no es mucho de salir, la tradición de la Navidad la celebrarán con pan y pollo y el 31 de diciembre “haré unos tamalitos de gallina para celebrar esta sensación bonita y de felicidad que, después de 18 años, me da el tener mis papeles”.

Para el pastor Jesús Ayala el mejor regalo “es que en esta época Cristo nace en los corazones”.

En su casa estas son épocas para invitar a los familiares y amigos para compartir pollo en salsa, gallina asada o caldo de res, acompañados de refrescos de tamarindo, jamaica, marañón u horchata.

“Vengo de una familia muy unida, los cumpleaños los celebrábamos juntos y, aunque nuestros abuelos y padres ya partieron y otros no están aquí, nos seguimos reuniendo”, comenta Ayala, sin desconocer que estos días muchas familias inmigrantes viven en un estado de incertidumbre. “Están preocupados, pero como católicos cristianos que somos sabemos que nada pasa si dios no lo permite. No tengan miedo y apóyense en dios”, aconsejó.

Una familia hecha de amigos

En las mesas hispanas el pavo relleno es bienvenido, pero ellos prefieren sus recetas tradicionales, como los nacatamales para los hondureños. | Foto: Pexels.

Ser inmigrante es perder y ganar: no estar en los cumpleaños, matrimonios, graduaciones; y, conocer a nuevos amigos, vivir nuevas experiencias y construir una vida diferente. Si no que le pregunten a Maya Ledezma, que hace 20 años llegó sola desde México y aquí ha conseguido una nueva familia hecha de amigos de distintos países y hasta se ha convertido en embajadora de los árboles.

“Mis amigos son mi familia. En la casa de alguno ellos pasamos las navidades y el año nuevo. Me casé y tengo una hija y ahora somos los adoptados, nos reunimos y entre todos hacemos pozole, tamales y tacos al gusto”. Sus amistades hacen que desde hace tres años no se desmorone por la muerte, casi al mismo tiempo, de su padre y su hermana.

En ese popurrí de culturas, Ledezma ha ido aprendiendo las tradiciones y maneras de celebrar la llegada del nuevo año. “Unos se van a pasear con la maleta a media noche, las mujeres para que nos vaya bien nos ponemos ropa interior de color rojo, el año pasado vi en internet que también hay que lanzar lentejas para que vengan buenos tiempos y eso lo hicimos. No creemos mucho en esas cosas, pero nos divertirnos y es por puro cotorreo”.

Entre risas, abrazos y aromas de la cocina, antes de la medianoche, desde Nueva York, Washington DC o Los Ángeles, los inmigrantes apresuran una videoconferencia por Whatsapp para llamar a los suyos y desearse un feliz año.

En esos instantes Ledezma recuerda lo que su padre siempre le repetía: “a tus amigos diles que les agradezco por lo mucho que te quieren”.

Últimas Noticias

Mike Waltz no sobrevió al Signalgate

Mike Waltz no sobrevió al Signalgate

¿Crónicas de una destitución anunciada? Bueno, no está tan lejos de la realidad: Trump anunció que Mike Waltz ya no servirá como asesor de seguridad nacional, solo duró 100 días en el cargo

Members Public