En el medio del tsunami económico de este año, muchas materias primas se perdieron y, otras, al contrario, se fortalecieron. La plata, el oro, el café y el cacao fueron algunas de las que más se impulsaron, en principio, por factores climáticos, económicos y geopolíticos que afectaron tanto la demanda como la oferta en los mercados globales.
¿Sorprendido? Nosotros también. Aunque quizás, los más que perdieron fueron los amantes del café, como yo.
El cacao sorprendió a muchos
Los futuros del cacao experimentaron un asombroso incremento del 176% en 2024. Las condiciones climáticas adversas en África occidental, principal región productora, han mermado la producción. La falta de inversión en las plantaciones ha exacerbado la crisis, según JPMorgan. Empresas como Hershey Co. han pronosticado un crecimiento de ganancias estable debido a los altos precios del cacao.
Café: un despertar amargo (aunque igual seguiremos tomando café)
El precio del café arábica alcanzó máximos históricos, con un aumento del 70% a principios de este mes. Las sequías severas en Brasil y Vietnam, los dos mayores productores mundiales, han reducido significativamente las cosechas.
¿La mala noticia? La escasez llevó a empresas como Nestlé a incrementar sus precios, afectando a los consumidores que enfrentan costos más elevados por su café matutino.
La plata: la verdadera tacita de las materias primas
La plata registró un aumento de valor del 37% en lo que va del año, alcanzando niveles no vistos desde 2012. Este incremento se atribuye a la creciente demanda industrial, especialmente en tecnologías emergentes como paneles solares, baterías para vehículos eléctricos y en especial, a la inteligencia artificial.
Analistas de Citi y UBS proyectan que esta tendencia alcista continuará, con precios que podrían oscilar entre 36 y 38 dólares por onza en los próximos doce meses.
Oro: refugio seguro
El oro brilló con más intensidad, alcanzando nuevos máximos históricos y registrando una subida del 33% en el último año.
La demanda por parte de bancos centrales y su estatus como activo refugio ante la incertidumbre geopolítica impulsó su precio hasta los $2,521 por onza. Se prevé que esta tendencia continúe, con estimaciones que sugieren que el oro podría superar los $2,700 por onza para mediados de 2025.
Otros commodities en movimiento
El petróleo experimentó fluctuaciones debido a decisiones de la OPEP+ sobre la producción, mientras que el gas natural mantiene una demanda creciente como fuente de energía más limpia.
El cobre, esencial en la infraestructura eléctrica, también ha visto variaciones en su precio, influenciado por la transición hacia energías renovables y desarrollos tecnológicos.