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Otra MAGA civil war cortesía DE Elon Musk: raza, inmigración y multimillonarios se enfrentan en X

La lucha ideológica expone las profundas diferencias entre las ideas de Musk y Vivek Ramaswamy con la base tradicional del movimiento MAGA, que prioriza la protección del trabajador estadounidense

Musk MAGA civil war
Elon Musk y Vivek Ramaswamy se enfrentan a los MAGA conservadores por sus posturas sobre las visas H-1B. Foto: diseño ETL

Todavía Donald Trump no llega a la Casa Blanca y ya Elon Musk desató la furia política entre los partidarios MAGA. Primero, el magnate encendió la llama en el acuerdo para evitar un cierre de gobierno, acabando –en parte– con el liderazgo político del orador Mike Johnson, que se está recuperando de uno de los momentos más críticos de su presidencia.

Ahora, el líder del Departamento de Suficiencia Gubernamental junto con Vivek Ramaswamy provoca una civil war con el movimiento MAGA en X por su (extraña) postura sobre la visa H-1B para los trabajadores extranjeros.

Raza, inmigración y multimillonarios. La lucha ideológica expone las profundas diferencias entre las ideas de Musk y Vivek Ramaswamy con la base tradicional del movimiento MAGA, que prioriza la protección del trabajador estadounidense.

🥊La batalla de DOGE vs MAGA

La fractura dentro del movimiento MAGA sobre la política de inmigración, particularmente respecto a las visas H-1B, se intensificó en X (una vez más, la plataforma preferida de los republicanos).

¿Los protagonistas del conflicto? Elon Musk y su grupete de multimillonarios tecnólogos, que chocaron de frente con la base tradicional del movimiento MAGA, que prioriza el trabajo y la protección del trabajador estadounidense.

Lo que comenzó como un intercambio en redes sociales evolucionó en una “guerra civil” ideológica que expone profundas contradicciones dentro del movimiento.

Las visas H-1B y su rol en la economía (especialmente en el sector tecnológico)

Las visas H-1B permiten a empresas estadounidenses contratar temporalmente a trabajadores extranjeros altamente calificados en campos especializados, como tecnología, medicina e ingeniería.

Entre líneas. Estas visas son especialmente relevantes para Silicon Valley, donde la demanda de talento técnico supera la oferta disponible en el mercado laboral estadounidense.

Hasta el 75% de las visas H-1B han sido otorgadas a ciudadanos indios (de donde vienen los padres de Vivek Ramaswamy), una cifra que refleja la dependencia de la industria tecnológica en talento extranjero.

Pero, no todo es color de rosas. El programa también ha sido objeto de críticas por el impacto que puede tener en los salarios y las oportunidades laborales de los trabajadores estadounidenses.

Elon Musk y Vivek Ramaswamy: defensores de la inmigración altamente calificada

Musk, codirector de DOGE y líder de empresas tecnológicas como Tesla y SpaceX, ha defendido abiertamente la necesidad de atraer a los mejores talentos internacionales.

En una publicación en X, Musk argumentó que traer al "0.1% superior" del talento en ingeniería es esencial para que Estados Unidos siga liderando en innovación.

Para Musk, la inmigración no busca reemplazar a los trabajadores locales, sino complementar la fuerza laboral con habilidades únicas necesarias para la competitividad global.

Por su parte, Vivek Ramaswamy, empresario y asesor de la administración Trump, intensificó la discusión al criticar una cultura estadounidense que, según él, “venera la mediocridad por sobre la excelencia”.

Ramaswamy pidió un "momento Sputnik", un regreso a una era en la que el país priorizaba logros científicos y técnicos. En su argumento, la falta de enfoque en la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) ha dejado a Estados Unidos en una posición de dependencia hacia el talento extranjero.

La resistencia de la base MAGA

Las declaraciones de Musk y Ramaswamy provocaron una ola de críticas entre los partidarios más conservadores del movimiento MAGA. Para muchos, el llamado a una mayor inmigración legal se percibió como una traición a los principios de "America First".

Figuras como Laura Loomer y Ann Coulter atacaron a Musk y Ramaswamy, acusándolos de priorizar los intereses de los multimillonarios tecnológicos sobre los de la clase trabajadora estadounidense.

La exembajadora Nikki Haley, hija de inmigrantes indios, también se unió al debate, afirmando que no hay nada malo con los trabajadores estadounidenses ni con su cultura.

Haley argumentó que, en lugar de buscar soluciones en el extranjero, Estados Unidos debería invertir y priorizar a su propia gente. Este sentimiento lo compartieron otros influyentes conservadores, quienes subrayaron que el movimiento MAGA fue construido en torno a la protección del trabajador estadounidense, no al servicio de las necesidades corporativas.

Las contradicciones del movimiento MAGA

La controversia sobre las visas H-1B revela tensiones más amplias dentro del movimiento MAGA, que históricamente ha sido impulsado por la clase trabajadora blanca menos educada.

La vuelta a la tortilla. Multimillonarios tecnólogos como Elon Musk y Peter Thiel han ganado influencia dentro del movimiento, empujando agendas que a menudo chocan con los intereses de la base.

¿Quién tiene más influencia en la próxima administración de Trump? Su base histórica o sus nuevos aliados tecnolibertarios.

La disputa también expone una dicotomía en la visión de lo que significa "hacer a América grande nuevamente".

Por un lado, están quienes abogan por restringir la inmigración para proteger los empleos estadounidenses; por otro, quienes buscan maximizar la eficiencia y la competitividad global a través de la inmigración selectiva. Esta diferencia fundamental pone de manifiesto una lucha por el alma del movimiento y por el futuro de su agenda política.

Donald Trump y la inmigración en su segundo mandato

Durante su primer mandato, Donald Trump endureció las políticas de inmigración, incluyendo restricciones al programa H-1B. Sin embargo, en su campaña reciente, Trump mostró un cambio en su retórica, sugiriendo que los graduados extranjeros de universidades estadounidenses deberían recibir automáticamente tarjetas verdes.

Este aparente giro podría ser un intento de equilibrar las demandas de la base MAGA con las necesidades de la industria tecnológica, aunque no está claro cómo manejará esta delicada tensión en su próximo mandato.

La fractura entre los partidarios de DOGE y los tradicionalistas de MAGA pone de manifiesto desafíos fundamentales para el movimiento.

La disputa sobre las visas H-1B no es solo una cuestión de política de inmigración, sino también un reflejo de las tensiones entre la clase trabajadora y la élite tecnológica dentro del Partido Republicano.

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