Fumar cannabis durante el embarazo puede resultar en daños tanto visibles como ocultos. Aunque algunas futuras mamás - en concreto 7% - consideran esta sustancia durante el embarazo para controlar náuseas o ansiedad, los expertos coinciden en que su uso afecta de forma negativa al desarrollo infantil y la salud materna.
Efectos negativos sobre el bebé por el consumo de cannabis
El cannabis contiene THC, un químico que cruza la placenta y puede alterar el desarrollo neurológico del bebé. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, esta substancia puede afectar la memoria, la atención y las emociones en los niños expuestos durante la gestación. Además, Healthline menciona que la combinación de cannabis y nicotina puede provocar bebés de tamaño reducido para su edad gestacional o partos prematuros, poniendo en peligro vidas en el proceso.
Un estudio de 2024 publicado en JAMA Network Open reveló que el uso combinado de cannabis y nicotina multiplica por 4 el riesgo de mortalidad infantil. Este dato no deja lugar a dudas: alejarse de estas sustancias se convierte en una prioridad absoluta para proteger al bebé.
Por otro lado, la nicotina interfiere en la función de la placenta al reducir la cantidad de oxígeno y nutrientes que llegan al feto. Estos factores empeoran cuando ambas sustancias se consumen juntas, lo que subraya la importancia de eliminarlas por completo durante el embarazo.
Abstinencia, ¿qué esperar?
Dejar el cannabis puede generar síntomas incómodos, pero temporales. La doctora Alta DeRoo, experta en adicciones, explicó que quienes dejan de consumirlo enfrentan ansiedad, insomnio y náuseas agudas. Estos síntomas, especialmente duros para quienes usaban cannabis para mitigar problemas previos, suelen disminuir en una o 2 semanas.
La abstinencia puede parecer un obstáculo complicado, pero buscar ayuda médica para manejar los efectos aumenta significativamente las posibilidades de éxito. Kelly Young-Wolff, psicóloga y especialista en investigación, recomendó explorar terapias cognitivas que ayuden a manejar los deseos de recaer. La clave está en abordar un paso a la vez y rodearse de apoyo.
¿Es más seguro vapear o usar comestibles?
Algunas futuras mamás piensan que consumir cannabis en comestibles o vaporizadores puede ser menos riesgoso, pero esta idea carece de sustento científico. Según Young-Wolff, no existe evidencia concluyente que indique que otras formas sean más seguras. De hecho, el simple contacto con el humo o el vapor de cannabis afecta tanto a la madre como al bebé.
Eliminar por completo cualquier tipo de consumo protege al bebé y evita problemas. Apoyarse en familiares y amigos para mantener un entorno libre de cannabis también contribuye enormemente a lograr este objetivo.
Alternativas saludables para aliviar malestares
El embarazo trae consigo desafíos físicos y emocionales, y reemplazar el cannabis con opciones seguras resulta esencial. Los expertos mencionaron varias alternativas efectivas.
- Para náuseas severas, combinar vitamina B6 y doxilamina funciona bien en la mayoría de los casos.
- Para el insomnio, descansar en un ambiente relajado y las técnicas de higiene de sueño dan buenos resultados.
- En casos de ansiedad persistente, escribir un diario, realizar ejercicios o considerar medicamentos supervisados, como la sertralina, puede ser una gran ayuda.
Hablar con un médico también permite explorar terapias como el CBT (terapia cognitivo-conductual), que ofrece herramientas prácticas para evitar desencadenantes y gestionar emociones.
Reducir estigmas y buscar apoyo
Muchas mujeres embarazadas sienten miedo de compartir su historial de consumo con médicos, en especial en estados donde las leyes permiten investigaciones de bienestar infantil. La psiquiatra Ariadna Forray, de la Universidad de Yale, recomendó dirigirse al médico enfocándose en los síntomas presentes y buscando alternativas sin mencionar necesariamente el consumo previo. Esto facilita una conversación abierta y enfocada en soluciones.
Por otro lado, prepararse antes de concebir resulta clave. Según la obstetra Pamela Berens, abstenerse antes de intentar un embarazo mejora notablemente la salud materna y disminuye los riesgos graves en el bebé.
Tomar la decisión de dejar el cannabis y cualquier otra sustancia durante el embarazo implica un compromiso con la salud. Aunque el camino incluye retos, las ventajas a largo plazo para el bebé y la madre superan cualquier dificultad inicial. Recuerda que siempre hay ayuda disponible, ya sea a través de terapias, orientación médica o la fuerza de la comunidad que te rodea. Un embarazo libre de cannabis significa un mejor comienzo para tu hijo; un regalo que durará para toda la vida.