El conflicto entre Justin Baldoni y Blake Lively se convirtió en el drama más comentado de Hollywood en lo que va de 2025. La relación profesional entre ambos actores, marcada por peleas en el set y declaraciones cruzadas, escaló hasta demandas millonarias. Ambos buscan proteger su reputación después de trabajar juntos en It Ends With Us, un proyecto que prometía éxito, pero terminó envuelto en caos judicial.
Demandas millonarias desatan el caos en Hollywood
La disputa comenzó cuando Blake Lively presentó una denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California en diciembre de 2024. En su declaración, Lively acusó a Justin Baldoni de:
- Invadir su privacidad visitando su tráiler sin permiso mientras se cambiaba.
- Presionarla para perder peso poco después de dar a luz.
- Cometer acoso sexual en el set de It Ends With Us, película que ambos protagonizaron y Baldoni dirigió.
- Además, mencionó que él usó tácticas de relaciones públicas para dañar su reputación.
Mensajes filtrados arruinan la defensa de Baldoni
El 24 de diciembre de ese mismo año, la expublicista de Baldoni, Stephanie Jones, presentó una demanda acusándolo de conspiración para desacreditarla y robar sus clientes.
El caso explotó mediáticamente al filtrarse mensajes de texto entre Justin Baldoni y su equipo de relaciones públicas, comandado por Melissa Nathan. Estos mensajes, obtenidos mediante una citación civil, sugieren que Baldoni colaboró en una campaña para desprestigiar a Lively en redes sociales. Los textos incluían instrucciones para “enterrar” su reputación con historias negativas que aparentaran ser orgánicas.
Leaks revelan plan contra Lively
Baldoni anunció en entrevistas que planea tomar acciones legales "hasta las últimas consecuencias". En el programa de Today, su abogado, Bryan Freedman afirmó que la verdad saldría a la luz y que sus demandas buscaban restaurar la reputación de Baldoni ante el daño “injustificado” que, asegura, sufrió. Sin embargo, nuevas filtraciones dificultaron su defensa. Según Vulture, textos recuperados mostraron cómo se diseñaron estrategias para hundir a Lively en redes.
La imagen de Baldoni y Lively en crisis
Vulture detalló que estos eventos marcaron el inicio de un declive en la reputación pública de Baldoni, quien había sido un defensor vocal de los derechos de las mujeres. Baldoni perdió el apoyo de su agencia de talentos y una ONG rescindió un premio que le habían otorgado por trabajar en temas de masculinidad.
Mientras tanto, Blake Lively enfrentó críticas en redes sociales por promocionar su línea de productos de cabello durante la gira de prensa de la película. Según su equipo, estos ataques en redes fueron resultado directo de la campaña de desprestigio.
Baldoni contraataca con demandas explosivas
En respuesta, Justin Baldoni demandó al New York Times por $250 millones en enero, acusándolos de publicar información manipulada que, según él, fue fabricada por el equipo de Lively. Su abogado Freedman, aseguró que las pruebas presentadas estaban “fuera de contexto” y que Baldoni era víctima de un ataque coordinado.
En el mismo día, Lively presentó una segunda demanda en la corte federal de Manhattan contra Baldoni, varios productores y miembros de su equipo de relaciones públicas, reafirmando sus acusaciones de acoso sexual y una campaña de difamación deliberada.
Lively recluta aliados en esta guerra legal
Lively también recibió apoyo de colegas. Colleen Hoover, autora de It Ends With Us, junto a otras celebridades como Amber Heard, expresaron su apoyo incondicional hacia Lively. Hoover publicó que Lively había sido “amable y profesional en todo momento”. A su vez, Jones proporcionó más pruebas comprometiendo a Baldoni, que incluían mensajes donde instruía a su equipo para actuar “sin dejar rastro”.
Reynolds y Taylor Swift no se salvan de las acusaciones
Justin Baldoni presentó una demanda adicional en Nueva York, ahora dirigida también contra Ryan Reynolds, esposo de Lively, y Leslie Sloane. Además, arrastró a otros nombres de peso como Taylor Swift. Los acusó de orquestar un plan para tomar control creativo de la película y destrozar su reputación. En documentos legales, Baldoni mencionó una reunión en el ático de Reynolds donde Swift lo presionó para aceptar cambios de guion hechos por Lively. Afirmó que el apoyo de estas “celebridades todopoderosas” incrementó la presión en su contra, reseñó Variety.
Lively, en tanto, asegura que el contrato inicial le daba libertad creativa sobre ciertas partes de la película, dejando entrever que sus modificaciones estaban dentro de lo permitido. Sin embargo, Baldoni percibió estas decisiones como intentos por quitarle autoridad como director.
¿Paz o más guerra? El desenlace sigue abierto
Aunque algunos especialistas sugieren que la mejor salida sería un acuerdo confidencial, las emociones desbordadas y las graves acusaciones complican el panorama. “Este no es solo un caso legal, es una lucha de poder que podría destruir a cualquiera de los dos”, comentó el abogado Camron Dowlatshah, citado por Forbes.
Mientras las demandas avanzan en la corte, más detalles siguen saliendo a la luz. A medida que el público toma partido en esta batalla mediática, el caso también reabre debates sobre el balance de poder en la industria de Hollywood y el impacto de las campañas de desprestigio en redes sociales. La pregunta principal sigue sin responderse completamente: ¿quién dice la verdad, y qué tan lejos llegarán para demostrarlo?