Donald Trump jurará hoy su segundo mandato en una inauguración que ya es histórica. Con más de $170 millones recaudados para el evento y la presencia de los pesos pesados de Silicon Valley, la imagen es muy distinta a la de 2017, cuando prometía “drenar el pantano”.
Esta vez, Trump llega no como el outsider, sino como el hombre que ha doblado al sistema a su favor. CEOs que antes lo vetaban ahora hacen fila para estrechar su mano, mientras Wall Street y el mundo crypto celebran su regreso como una nueva oportunidad de negocios.
Silicon Valley: de enemigo a aliado. Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos estarán en la ceremonia, lo que simboliza aquello que Steve Bannon llama la “official surrender” de las grandes tecnológicas.
La eliminación de fact-checkers en Meta, la reactivación de TikTok bajo su órbita y el giro de Musk en X muestran un sector que ha decidido adaptarse en lugar de resistirse.
En un mundo donde la regulación puede hacer o deshacer imperios digitales, los titanes tecnológicos parecen haber aprendido la lección: es mejor estar en el tren de Trump que debajo de él.
Los nuevos aliados de Trump
El auge de la nueva oligarquía. Trump no solo vuelve con más poder político, sino con más control económico. Su meme coin $TRUMP ha generado miles de millones en cuestión de días, convirtiéndolo en el primer presidente que literalmente imprime su propio dinero.
Paralelamente, las grandes corporaciones han abierto la chequera para su administración, asegurando su lugar en la nueva era. Biden advirtió sobre la consolidación de una “oligarquía 2.0”, pero sus advertencias llegan cuando ya es demasiado tarde: los grandes jugadores ya han hecho su apuesta.
Política, negocios y territorio digital. La frontera digital también está en juego. Mientras Trump toma el control de Washington, el pulso por la infraestructura tecnológica de EE.UU. se acelera.
Su promesa de hacer del país la “capital crypto del planeta” y su decreto para impulsar centros de IA en suelo estadounidense muestran un enfoque donde la innovación y el nacionalismo económico van de la mano.
En este tablero, Silicon Valley y Wall Street están alineados con su visión, dejando en evidencia que su retorno es tanto político como económico.
TikTok: 14 horas de exilio y un “gracias” a Trump. El giro es tan evidente que hasta TikTok le está dando las gracias. La plataforma estuvo fuera de servicio en EEUU por 14 horas, el apagón más grande en la historia de las redes sociales en el país.
Pero con una orden ejecutiva, Trump logró que volviera, reforzando su imagen como el único capaz de doblegar al sistema. TikTok, que en 2020 estuvo a punto de ser prohibido por su administración, ahora lo reconoce públicamente como el salvador que mantuvo su acceso a los 170 millones de usuarios estadounidenses.
Bienvenidos a la nueva realidad. Hace ocho años, Trump asumió el poder prometiendo una guerra contra el establishment. Hoy, regresa con el establishment a su lado.
El Partido Republicano ahora es el suyo, los CEOs que antes lo veían con recelo hoy lo abrazan, y su influencia se extiende desde la Casa Blanca hasta los mercados financieros y digitales.
La historia dirá si este nuevo equilibrio es una evolución del poder o una señal de que, al final, todo sistema termina absorbiendo a sus mayores disruptores.