El regreso de Trump al poder vino acompañado de decisiones polémicas que ya están tensando la cuerda con los legisladores republicanos. Indultos van, amenazas arancelarias contra aliados vienen, y las críticas internas no dejan de caer.
Aunque algunos republicanos defienden su prerrogativa, otros temen que estas medidas perjudiquen a sus estados o comprometan la unidad del partido.
Divisiones internas: el reto de mantener el control. Las críticas moderadas dentro del Partido Republicano son un reflejo de los costos de llevarle la contraria a Trump.
Mientras algunos senadores rechazan sus decisiones, como los indultos del 6 de enero, otros prefieren mirar para otro lado y evitar enfrentamientos directos.
Bendito interés. Pero, en particular, las políticas de aranceles pueden generar tensiones con los estados agrícolas como Kansas, lo que podría agravar la fractura interna.
Tensiones crecientes y expectativas a largo plazo. Ahora habrá que ver si a medida que avancen las semanas, las tensiones republicanas se intensifican o no.
Si tuviera que apostar, diría que sí: la posición de Trump en temas como TikTok y la política exterior, junto con su estilo confrontacional, es una buena razón para creerlo.
Pero bueno, como dice Burgess Everett en Semafor, por ahora, la armonía republicana en el Capitolio es suficiente para suavizar el ambiente por cierto tiempo, falta ver por cuánto.