Una, dos y hasta tres veces. Apple se la pasa de demanda en demanda. Ahora, le toca el turno a las correas de sus Apple Watch.
Apple se enfrenta a una acción legal por sus correas de reloj debido a las reclamaciones por el uso excesivo de sustancias per- y polifluoroalquiladas (PFAS), también conocidas como “sustancias químicas para siempre”.
Siguiendo la noticia. Conocidas por su resistencia, las PFAS están presentes en muchos productos de consumo pero plantean problemas de salud, con posibles vínculos con el cáncer según la Agencia de Protección Medioambiental.
La demanda contra Apple por sus correas de reloj
La demanda se dirige contra el uso por parte de Apple de fluoroelastómeros -un tipo de PFAS polimérico- en la Sport Band, la Ocean Band y la Nike Sport Band. Aunque estos materiales ofrecen durabilidad y comodidad, la demanda argumenta que contienen sustancias químicas nocivas.
En 2022, Apple se comprometió públicamente a eliminar progresivamente los PFAS, pero ahora se le acusa de no informar adecuadamente a los consumidores. La demanda afirma que los clientes de Apple preocupados por su salud fueron engañados sobre la seguridad de sus compras.
"Con respecto a los relojes, [Apple] sigue ocultando la existencia de PFAS en el punto de compra y en otros lugares", sostiene la demanda.
El documento también dice que Apple pasó por alto oportunidades de cambiar a materiales más seguros, con lo que obtuvo una ventaja sobre sus competidores centrados en la salud y la responsabilidad medioambiental.
Qué ha dicho Apple sobre esto
El anuncio de Apple de 2022 destacaba los planes para eliminar los PFAS. Citaron la complejidad de catalogar el uso de PFAS y el reto de desarrollar alternativas eficaces, sugiriendo que la transición llevaría tiempo para evaluar nuevos materiales.
Entre los demandantes se encuentran todas las personas que compraron las bandas implicadas, que solicitan una indemnización por daños y perjuicios, el cese de la comercialización engañosa de Apple y otras consecuencias legales.
Este caso forma parte de una tendencia más amplia de la industria, como demuestra una demanda similar a la que se enfrentó recientemente Samsung. Una investigación de la Universidad de Notre Dame reveló la presencia de PFAS en 15 bandas de smartwatch, lo que ilustra la naturaleza generalizada de esta preocupación.