El accidente en Washington DC que dejó 67 muertos se convirtió en un tema político antes de que los investigadores pudieran siquiera revisar la caja negra.
Trump no esperó informes oficiales y culpó de la tragedia a las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), desviando la conversación de la seguridad aérea a la guerra cultural.
El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) aún no ha determinado la causa del siniestro, pero eso no detuvo la narrativa presidencial.
¿DEI pone en peligro los vuelos? No hay pruebas. Pilotos y expertos en aviación desmontaron rápidamente la afirmación de Trump.
Pete Muntean, corresponsal de CNN y piloto, la llamó “absurda” y “oportunista”, señalando que la FAA mantiene estándares estrictos para la certificación de pilotos, sin importar políticas de contratación.
Pero, como pasa con tantas cosas en la era Trump, la teoría ya caló en las redes y entre sus aliados.
Investigación contra especulación. El NTSB podría tardar meses en esclarecer qué ocurrió, pero la narrativa ya está instalada.
Pete Buttigieg, exsecretario de Transporte, no tardó en recordar que en su gestión no hubo muertes en vuelos comerciales, marcando contraste con la actual administración. Mientras la investigación sigue su curso, la tragedia parece haberse convertido en otra línea de batalla en la lucha política de Estados Unidos.