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Cierre de USAID deja millones sin ayuda vital en salud y educación

El pasado 3 de febrero sorprendió a más de 600 empleados al bloquearles el acceso a las oficinas principales en Washington.

USAID
USAID tiene un enfoque hacia América Latina y el Caribe. Foto: archivo

El cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) desató un caos político y humanitario. La dupla Donald Trump-Elon Musk desató un caos político y humanitario que nadie veía venir... Bueno, casi nadie. Musk, con su peculiar estilo directo, lo dejó clarísimo en un evento en X Spaces cuando dijo sobre USAID: "Es una bola de gusanos. Está más allá de reparación, hay que deshacerse de todo”. Y, créanlo o no, Trump asintió.

¿Qué hace USAID tan importante?

Desde su creación en 1961, USAID operaba en más de 100 países con un presupuesto que rondaba los $40 mil millones en 2023. Supervisaba programas críticos para combatir la pobreza, enfermedades, hambre y mucho más, apuntando a transformar vidas. Sin embargo, Trump decidió que la agencia representaba los “valores liberales innecesarios” que quería sacar de raíz.

El pasado 3 de febrero sorprendió a más de 600 empleados al bloquearles el acceso a las oficinas principales en Washington. A los pocos días, el sitio web y las redes sociales de USAID “desaparecieron”. ¿Acaso alguien se encargó de pulir su rastro? Al parecer, sí.

Programas que se detuvieron en seco

El cierre no vino sin consecuencias. Al contrario, los afectados en todo el mundo comienzan a sufrir los efectos de una decisión tan repentina.

En África

  • VIH/SIDA: programas que comenzaron bajo George W. Bush quedaron suspendidos, dejando sin medicación de emergencia a millones.
  • Brotes de ébola en Uganda: el monitoreo esencial para evitar una propagación masiva quedó atrás, poniendo en riesgo a comunidades enteras.

En Afganistán

  • Educación para niñas: cientos de niñas, antes beneficiarias de un programa educativo vital, ya no pueden soñar con su regreso a las aulas. Este proyecto había avanzado en la alfabetización incluso bajo el régimen talibán.

En América Latina

La Operación Acogida en Brasil, un proyecto diseñado para apoyar a los migrantes venezolanos, recibió un golpe directo.

  • Diariamente, 350 venezolanos cruzan la frontera buscando un nuevo comienzo.
  • Sin USAID, organizaciones como OIM dejaron de ofrecer predocumentación para quienes solicitaban refugio o residencia.
  • El gobierno brasileño declaró emergencia en la frontera, con familias atrapadas en campamentos, especialmente niños sin documentación.

Yésica Moraís, reportando desde la zona, destacó cómo el único organismo que sigue emitiendo documentos, la policía federal, no da abasto. “Las personas están perdiendo días de espera por procesos que antes eran rápidos”, explicó.

Reacciones internacionales

La decisión dividió opiniones y desató controversias. Según el análisis de The Washington Post, muchos ven el cierre de USAID como un profundo error estratégico. Jeanne Shaheen, senadora demócrata, lo calificó como “un riesgo gravísimo para nuestra seguridad mundial”.

Por otro lado, en Brasil, el gobierno federal declaró emergencia en la frontera. Se comprometieron a sumar trabajadores públicos a las áreas afectadas, pero aclararon que estas medidas solo amortiguan el impacto, no ofrecen soluciones definitivas.

¿Qué hay detrás de todo esto?

La administración Trump justificó el cierre como parte de su agenda "América Primero". Pero acusaciones desde AP News destacan que Musk utilizó su amplia influencia para "reconfigurar el gobierno a su manera", y no necesariamente por razones de eficiencia.

Trump, por su parte, defendió la medida al declarar que USAID operaba con “radicales que odian Estados Unidos”. Pero críticos aseguran que este vacío de liderazgo global solo beneficia a potencias competidoras como Rusia y China, quienes podrían llenar el hueco diplomático dejado por Estados Unidos.

Salud global en juego

El cierre de USAID dejó a millones sin acceso a programas esenciales, pero el caos apenas comienza. Mientras aliados como Brasil lidian con el impacto, otras potencias como China y Rusia podrían ocupar los espacios estratégicos que Estados Unidos dejó vacíos.

Lo que parece claro es que Musk y Trump no miran atrás. En palabras de Musk, “es hora de deshacernos de todo”. Pero para millones de personas, lo que se desvanece no es solo una agencia, sino sus únicas esperanzas de un futuro más saludable. El reloj corre, y queda la duda de si este cierre marca un punto de no retorno para la salud mundial.

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