Donald Trump firmó una orden ejecutiva para crear un fondo soberano de riqueza en EEUU, un concepto común en países con excedentes financieros, pero inusual para una nación con déficits constantes. Scott Bessent y Howard Lutnick encabezarán la iniciativa, aunque los detalles sobre su financiamiento siguen sin definirse.
La promesa es convertirlo en uno de los fondos más grandes del mundo, pero el plan sigue siendo tan improvisado como un post en Truth Social.
¿De dónde saldrá el dinero? Los fondos soberanos suelen financiarse con excedentes de recursos naturales o inversiones estratégicas, algo que EEUU no posee en gran escala.
Trump sugiere monetizar activos gubernamentales e ingresos arancelarios, pero no está claro si eso será suficiente para sostener una estructura de esta magnitud. Con Wall Street ya manejando enormes flujos de inversión privada, queda la duda de qué valor agregado ofrecería este fondo.
De TikTok a autopistas: el buffet de ideas. Trump ha mencionado que el fondo financiaría infraestructura, manufactura, investigación médica e incluso permitiría mantener TikTok en EEUU. La amplitud de estos posibles usos muestra ambición, pero también falta de enfoque.
Mientras otros países han consolidado sus fondos a lo largo de décadas con estrategias definidas, el estadounidense aún no tiene un marco claro. ¿Se convertirá en el gigante que Trump promete o quedará como otro anuncio grandilocuente sin sustancia?