Kevin Durant escribió un nuevo capítulo en la historia de la NBA el pasado martes al anotar el punto número 30,000 de su carrera. Lo logró durante el partido entre los Phoenix Suns y los Memphis Grizzlies con un tiro libre en el tercer cuarto. Aunque su equipo perdió 119-112, este logro lo coloca como el octavo jugador en alcanzar esa cifra.
Solo 7 más en el club
Durant ahora camina junto a leyendas como LeBron James, Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone, Kobe Bryant, Michael Jordan, Dirk Nowitzki y Wilt Chamberlain. Este exclusivo grupo reúne a algunos de los mayores talentos que marcaron la evolución de este deporte. Según NBA.com, Durant también es el tercer jugador más rápido en llegar al hito, después de Wilt Chamberlain y Michael Jordan, al lograrlo en su partido número 1,101, igualando a Abdul-Jabbar. El jugador de 36 años expresó su emoción diciendo:
“Es un verdadero honor estar en la misma categoría que esas figuras que moldearon el juego. Siempre quise maximizar mi potencial y mi carrera, y estar aquí confirma que hice algo bien”.
Dominio y constancia
Desde que la NBA lo seleccionó como segunda elección en 2007, Durant demostró su capacidad para anotar desde cualquier lugar de la cancha. Su promedio de 27.1 puntos por partido en esta temporada refleja su constancia, acompañado por un porcentaje de aciertos de 52.8%. Es imposible no destacar su habilidad para mantenerse a un nivel tan alto durante 17 temporadas. Durant jugado para equipos como Oklahoma City Thunder, Golden State Warriors, Brooklyn Nets y ahora los Phoenix Suns, acumulando puntos con una precisión impresionante.
La trayectoria de Durant también incluye cuatro títulos como máximo anotador de la NBA, posicionándolo detrás de Jordan y Chamberlain en esa categoría. “Él redefine lo que significa anotar de forma versátil”, comentó Cameron French, periodista de Rolling Out.
Más que un anotador
El impacto de Kevin Durant va más allá de las cifras. Para Mike Budenholzer, su entrenador en los Suns, su influencia es tanto dentro como fuera de la cancha. “Es especial para todos los que lo rodean. Ver cómo se esfuerza y cómo cuida cada detalle es inspirador. Alcanzar 30,000 puntos no es casualidad; es el resultado de todo lo que aporta al deporte”, declaró Budenholzer, citado en The New York Post.
Además, Durant construyó una carrera llena de logros individuales y colectivos. Ha sido elegido 15 veces al Juego de Estrellas, ganó dos campeonatos de la NBA y obtuvo el MVP en 2014. Sus habilidades lo convierten en un ícono para aspirantes al baloncesto, quienes buscan replicar su técnica fluida y efectiva.
Un modelo para jóvenes jugadores
Durant no solo destaca por su capacidad de anotar. Su combinación de altura, velocidad y técnica abrió un camino para reinventar la posición de alero. Su forma única de jugar inspira a una nueva generación de talentos a pensar más allá de los roles tradicionales en la cancha.
Su apodo en Instagram, “@EasyMoneySniper”, resume a la perfección su juego. Su estilo combina elegancia con efectividad, y esto se refleja en la variedad de puntos que ha logrado desde todas las áreas de la cancha.
El legado de Kevin Durant sigue creciendo
Aunque alcanzar los 30,000 puntos ya es histórico, Kevin Durant no planea detenerse aquí. “Siempre busco mejorar, mantenerme en el mejor estado físico y dar lo mejor de mí en cada partido”, dijo Durant tras el logro. Esto refuerza la idea de que aún tiene mucho que aportar al deporte.
Con cada juego, Durant engrandece su legado mientras inspira a jugadores y aficionados por igual. Como comentó Budenholzer, “es una combinación única de atleta y ser humano extraordinario, y eso se traduce en todo lo que ha logrado”.
Este logro no solo asegura su lugar entre los más grandes jugadores en la historia, sino que también subraya su dedicación al arte de anotar y al baloncesto en general.