Apple puso su dinero sobre la mesa: la compañía prometió una notable inversión de 500.000 millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos cinco años. Esta iniciativa surge cuando la empresa se enfrenta a las crecientes amenazas arancelarias iniciadas por el ex presidente Donald Trump.
Siguiendo la noticia. El salto estratégico de Apple pretende solidificar su presencia en Estados Unidos en medio de los desafíos económicos.
La ambición de Apple
En un ambicioso plan, Apple planea la creación de 20.000 puestos de trabajo concentrados en la investigación, el desarrollo y la inteligencia artificial (IA).
Por qué esto es importante. Como parte de este compromiso, surgirá una fábrica de servidores en Houston para 2026, complementada con la puesta en marcha de una academia de fabricación en Detroit. Además, Apple potenciará los centros de datos en Arizona, California, Iowa, Nevada, Carolina del Norte, Oregón y Washington.
El anuncio se basa en las anteriores estrategias de inversión de Apple, intensificando su compromiso de 2021 de infundir 430.000 millones de dólares en la economía estadounidense en cinco años.
Entre líneas. El plan actual evoluciona a partir de una promesa realizada en 2018 durante el primer mandato de Trump, cuyo objetivo era inyectar 350.000 millones de dólares y producir 20.000 puestos de trabajo.
Producción de chips e inversión en IA
Apple confirmó el inicio de la producción de chips en unas instalaciones de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. en Arizona. Este desarrollo se alinea con la agenda de Apple para fortificar su cadena de suministro nacional.
Trump se ha atribuido el mérito del último anuncio de inversión de Apple. Tras mantener conversaciones con el CEO Tim Cook, sugirió que las amenazas arancelarias influyeron en la decisión de Apple, alegando que disuadieron los planes de expansión en México, una afirmación que aún no ha sido verificada por Apple.
En las redes sociales, Trump atribuyó la inversión a la "fe en lo que estamos haciendo". Sin embargo, el escepticismo rodea la capacidad de Apple para cumplir el plazo de 500.000 millones de dólares.
Los analistas de UBS expresan su preocupación debido a la dependencia de Apple de proveedores globales y a su tradicionalmente moderado gasto de capital.
Apple y la administración Trump
Las acciones actuales de Apple se hacen eco de sus estrategias anteriores durante el primer mandato de Trump, en las que le permitía reclamar crédito por las instalaciones de fabricación existentes en Texas, que no estaban relacionadas con las principales líneas de productos. Productos clave como el iPhone siguen fabricándose fuera de Estados Unidos.
Reforzando aún más los lazos con la administración de Trump, Apple contribuyó al fondo de la toma de posesión y asistió a la ceremonia de investidura. Los próximos puestos de trabajo de Apple harán hincapié en los sectores de la ingeniería y la IA, junto con una mayor financiación para proyectos de fabricación avanzada.
Cook, reiteró el compromiso de Apple con la innovación estadounidense, afirmando: "Somos optimistas sobre el futuro de la innovación estadounidense, y estamos orgullosos de construir sobre nuestras inversiones de larga data en EE.UU. con este compromiso de 500.000 millones de dólares para el futuro de nuestro país”.