Si estás sintiendo que la cosa no va bien con la economía, no eres el único. El consumer confidence se desplomó en febrero, marcando la caída más pronunciada en casi cuatro años, según el informe del martes.
Siguiendo la noticia. El Conference Board reveló que su Índice de Confianza del Consumidor cayó hasta 98,3, su punto más bajo desde junio. Esta cifra no alcanzó los 102,5 previstos ni los 104,1 de enero.
La economía no es como la pintan: la confianza del consumidor lo demuestra
Stephanie Guichard, economista senior de The Conference Board, destacó la importancia de este descenso de tres meses. "Este mes experimentó la mayor caída mensual desde agosto de 2021", declaró Guichard, señalando que el índice se encuentra ahora en el punto más bajo de su rango desde el año pasado.
El Índice de Situación Actual, que mide las condiciones actuales de los negocios y del mercado laboral, descendió 3.4 puntos hasta situarse en 136,5.
Entre líneas. Simultáneamente, el Índice de Expectativas, que mide las perspectivas a corto plazo de los ingresos y el empleo, se desplomó 9.3 puntos hasta 72.9. Esto supuso su primera caída por debajo de 80 desde junio de 2024, insinuando posibles temores de recesión.
No todo está mal. En el informe se observa una ligera mejora en la percepción de las condiciones empresariales actuales, pero un marcado descenso en las opiniones sobre las condiciones del mercado laboral.
"El pesimismo sobre las perspectivas futuras de empleo se intensificó, alcanzando un máximo de diez meses", dijo Guichard.
Una desconfianza generalizada
La caída de la confianza afectó a todos los grupos de edad, de forma más acusada entre las personas de 35 a 55 años. También afectó a la mayoría de los tramos de ingresos, excepto a los que ganan menos de 15.000 dólares y a los que se sitúan entre 100.000 y 125.000 dólares.
Las tasas de inflación subieron de media del 5.2% al 6% a lo largo del año, impulsadas en gran medida por el aumento de los precios de los productos básicos y la preocupación por los aranceles.
Guichard señaló que este aumento de las expectativas se debió a la persistente inflación y a las recientes subidas de precios de productos de primera necesidad como los huevos.
Además, resurgió la preocupación por los aranceles y las políticas comerciales, alcanzando cotas no vistas desde 2019. Los encuestados mencionaron con frecuencia la actual administración estadounidense, poniendo de relieve las influencias políticas sobre la confianza económica.
Jeffrey Roach, economista jefe de LPL Financial, sugirió que el comportamiento de los consumidores podría cambiar al anticipar mayores costes de importación.
A pesar del sentimiento negativo, Roach señaló que "las encuestas a los consumidores son más volátiles que los datos duros como las ventas minoristas", lo que implica que la pausa de la Reserva Federal en los recortes de tipos podría continuar en las próximas reuniones.