Cada tres meses, Silicon Valley se paraliza por un momento. ¿La razón? Nvidia publica sus resultados financieros. Y cada vez que lo hace, los inversionistas aguantan la respiración: ¿seguirá la fiebre del oro de la IA o veremos el principio del fin?
¿Por qué tanto drama? Cuando una industria entera pone sus esperanzas en una sola empresa, cualquier tropiezo se siente como un terremoto. Nvidia ha sido la estrella absoluta del boom de la inteligencia artificial, superando expectativas una y otra vez. Pero eso significa que el día que decepcione, el golpe será fuerte.
El contexto actual: ¿una sombra en el horizonte?
Hoy es otro de esos días tensos. Nvidia está a punto de publicar su primer informe de resultados desde que DeepSeek lanzó su último modelo de IA, un sistema de código abierto que desafía el dominio de los chips ultra potentes (y ultra caros) de Nvidia.
Si la industria encuentra formas más baratas de entrenar modelos de IA sin depender tanto de Nvidia, la demanda de sus chips podría no ser tan insaciable como muchos creen.
¿Pero realmente es un problema? A corto plazo, no tanto. Las grandes tecnológicas y startups siguen invirtiendo miles de millones en infraestructura de IA y centros de datos, lo que mantiene las órdenes de Nvidia a tope. Además, la empresa no solo vende chips, sino que domina un ecosistema de software que es clave para que los modelos de IA funcionen de manera eficiente.
Tres razones para preocuparse (ahora o en el futuro)
- El mercado está peligrosamente concentrado. El ascenso del S&P 500 en los últimos años ha dependido demasiado de unas pocas empresas, con Nvidia liderando el grupo. En 2023 y 2024, solo las “Magnificent 7” representaron más de la mitad de las ganancias del índice y ahora suman más del 30% de su capitalización total. Si Nvidia tropieza, el mercado entero sentirá el golpe.
- La demanda de IA sigue siendo un misterio. Todo el valor de Nvidia se basa en la creencia de que la IA será el próximo gran boom tecnológico. Pero aunque herramientas como ChatGPT han crecido, el entusiasmo del usuario promedio y de muchas empresas no ha despegado del todo. Si la IA no se vuelve indispensable más allá de nichos como la programación y el servicio al cliente, la burbuja podría desinflarse.
- Los chips de IA dependen de una geopolítica volátil. Nvidia diseña sus chips, pero la fabricación depende de TSMC en Taiwán. Y Taiwán está en la mira de China desde hace décadas. Cualquier crisis en la región podría hacer que la producción de chips se detenga o se vuelva mucho más costosa, poniendo en jaque a Nvidia y a toda la industria de IA.
¿Y si Nvidia sigue ganando?
Es totalmente posible que Nvidia continúe destrozando expectativas. Un mal trimestre sería un problema para el mercado a corto plazo, pero no necesariamente para el futuro de la compañía. Incluso si la burbuja de IA explota, Nvidia seguirá siendo una bestia de la innovación y el desarrollo de chips.
El patrón de siempre: auge y caída
Silicon Valley ha vivido este ciclo antes: nuevas tecnologías generan euforia, los inversionistas inflan burbujas y luego viene la realidad. La IA no será la excepción. Por ahora, Nvidia sigue en la cima. Pero, como siempre en la industria tech, la pregunta no es si habrá una corrección, sino cuándo.