Las nuevas tarifas impuestas por la administración Trump están golpeando directamente a las empresas y al bolsillo de los consumidores. Según Mark Zandi de Moody’s Analytics, cada familia estadounidense pagará en promedio $1,200 adicionales al año debido al aumento en costos de importación.
Mientras tanto, las compañías enfrentan un dilema: absorber las pérdidas o trasladarlas a los clientes, en un entorno donde la incertidumbre ya está frenando inversiones y planes de expansión.
Empresas atrapadas en la guerra comercial. Para pequeños y medianos negocios, la situación es aún más complicada. Randy Carr, dueño de una empresa de emblemas bordados en Fort Lauderdale, ha detenido sus inversiones en fábricas de Texas y Georgia, porque el aumento en costos hace imposible planear a largo plazo.
En lugar de enfocarse en crecer, empresarios como él están atrapados diseñando estrategias para sobrevivir a un escenario económico cada vez más volátil. La industria tecnológica tampoco escapa al golpe: Microsoft ha reducido su inversión en centros de datos, anticipando un impacto mayor en su cadena de suministros.
Trump cede en autos, pero mantiene la presión. El impacto en la industria automotriz ha sido tan fuerte que la Casa Blanca anunció un retraso de un mes en la entrada en vigor de las tarifas del 25% a los automóviles importados desde México y Canadá, ahora previstas para el 2 de abril.
La medida, presionada por Ford, General Motors y Stellantis, busca dar tiempo a los fabricantes para ajustarse a la nueva realidad comercial. Sin embargo, las tarifas globales para otros países siguen en pie, dejando claro que este no es un retroceso, sino un ajuste táctico.
¿Un respiro real o solo una pausa? El retraso en las tarifas automotrices es una señal de que la administración está dispuesta a negociar, pero sin abandonar su postura agresiva. Mientras Wall Street celebra la exención temporal, las empresas siguen sin una hoja de ruta clara sobre el futuro comercial del país. En esta guerra de tarifas, el único patrón que se repite es la incertidumbre.