Cuando Neymar aparece en titulares, no siempre es por un golazo o una jugada magistral. Esta vez, el brasileño encendió el debate por algo que ya parece su sello personal: el combo infalible de fiesta y lesión. Mientras Santos veía cómo Corinthians lo eliminaba con un 2-1 en la semifinal, Neymar estaba lejos de la acción. Oficialmente, su muslo izquierdo lo sacó de la cancha, pero ¿qué hacía ese mismo muslo bailando en el Sambódromo de Río unos días antes?
¿Lesión o excusa?
El brasileño aseguró que no pudo participar debido a molestias en el muslo izquierdo. Según explicó después de la eliminación, comenzó a sentir esa “incomodidad” tras el partido contra Red Bull Bragantino el 2 de marzo. Así lo reportó Associated Press, quien también destacó que el delantero había sido sustituido en ese encuentro por el mismo motivo. ¿El problema? Horas después estaba bailando bajo las luces de Río junto a sus amigos.
Este tipo de escenas vuelve a perseguir a Neymar. Walter Casagrande Jr., comentarista reconocido por sus opiniones sin filtros, fue claro al expresar su descontento en redes sociales. “Eligió el Carnaval antes que su equipo”, afirmó sin reparos. No es la primera vez que el talento de la cancha es criticado por su vida fuera de ella. No es un escenario nuevo para Neymar, quien, según Marca, ya enfrentó críticas similares durante su estadía en PSG por priorizar fiestas sobre su recuperación.
El presidente de Santos, Marcelo Teixeira, intentó poner paños fríos al decir que las pruebas médicas no favorecían su participación en la semifinal. “Lo revisamos varias veces, y no tenía condiciones para jugar. Esto se trata de su recuperación, no de la selección nacional”, aseguró a medios locales.
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Neymar, lágrimas en el vestuario
No todo fue fiesta y samba. Santos publicó un video en el que Neymar, entre sollozos, alentaba a sus compañeros en los vestuarios antes de salir al campo. “Quiero estar con ustedes, correr con cada uno. No saben la desesperación que tengo”, dijo con la voz rota. Añadió que lo dieran todo y corrieran por él. La escena impactó tanto como sus goles, mostrando un lado más humano en medio de tanta polémica.
Pero, ¿basta con palabras? Para muchos, estas lágrimas no logran borrar la molestia que generó la postal carnavalesca. Para otros, fueron prueba de que Neymar sigue amando el fútbol.
Números que hablan por él
Desde que regresó a Santos en enero, Neymar mostró que todavía tiene chispa. Con tres goles y tres asistencias en siete partidos, ayudó al club a recuperar algo de su brillo. Estos resultados le aseguraron un puesto en la selección de Brasil para los partidos de eliminatorias contra Colombia y Argentina, según reporta AP. Su próximo compromiso con Santos será el 29 de marzo contra Vasco da Gama.
Aunque son buenas noticias, muchos analistas insisten en que necesita más que estadísticas para encaminar su carrera. Según Marca, Neymar sigue teniendo todo para marcar una época, pero parece que los fantasmas de su éxito lo persiguen constantemente.
Su charla, sus críticas y sus riesgos
Si algo define a Neymar es su capacidad única de dividir opiniones. Algunos lo admiran por su talento en la cancha, mientras otros lo condenan por decisiones fuera de ella. Aquí algunas de las posturas que se repiten:
- Casagrande resumió el sentimiento de muchos con una frase contundente: “Neymar debe decidir si quiere ser una joya eterna o una lección de ‘pudo ser más’”.
- Durante su carrera, críticas similares surgieron en PSG y Barcelona, haciéndolo un jugador tan amado como incomprendido.
- Sus números recientes demuestran que no está terminado, pero las imágenes de carnaval lo pintan como un jugador desenfocado.
¿Qué le espera a Neymar?
Por mucho que se le cuestione, Neymar sigue siendo un ícono indiscutible. Sus habilidades lo llevaron a la cima, pero siempre habrá quienes esperen más, quienes pidan que pase de ser una leyenda de Instagram a una leyenda en el campo.
Su regreso a Santos pintaba para ser el inicio de una nueva etapa. Pero con cada evento controversial, parece que el pasado lo sigue persiguiendo. Es un jugador de extremos, capaz de emocionarte con sus goles y frustrarte con sus decisiones.
Por ahora, lo único claro es que Neymar seguirá siendo tema de conversación. Con sus números y su carisma, tiene todos los ingredientes para cerrar carretadas de bocas, pero eso dependerá, como siempre, de lo que haga, o no haga, dentro de las líneas. Mientras tanto, tal vez el verdadero Carnaval para Neymar aún esté por llegar.
