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4 consejos para evitar los microplásticos en comida y agua

El agua embotellada es una de las principales fuentes de microplásticos. Mejor usa filtros caseros para agua de la llave.

Usa recipientes de vidrio o acero inoxidable para almacenar comida y evita microplásticos. | Foto: IARA MELO/Pexels.

Los microplásticos están en todos lados. Estos pedazos diminutos de plástico entran en tu cuerpo a través de alimentos, agua y hasta productos de uso cotidiano. Investigaciones recientes señalan que se acumulan en órganos como el cerebro, los pulmones y el hígado, alertando sobre posibles daños a la salud. Cambios simples en tus hábitos pueden marcar una gran diferencia al disminuir su exposición. Te contamos cómo hacerlo de manera práctica y realista.

Evita el agua embotellada y cocina con agua filtrada

El agua embotellada es una de las principales fuentes de microplásticos. Un litro promedio contiene cerca de 240,000 partículas. Sustituirla por agua filtrada puede reducir tu ingesta anual de 90,000 partículas a solo 4,000, según Genomic Press.

Recomendaciones clave:

  • Usa filtros caseros para el agua de la llave.
  • Recuerda que en EEUU, el agua de grifo es segura y está mejor regulada, como mencionó a The New York Times Sherri Mason, experta en plásticos de Gannon University.
  • Evita hervir agua filtrada, ya que puede aumentar su contenido de químicos dañinos.

Cambia el plástico por vidrio

El plástico y el calor no son buena combinación. Un estudio de 2023 encontró que calentar alimentos en recipientes plásticos libera hasta 4.2 millones de partículas de microplásticos por centímetro cuadrado en minutos.

Opciones más seguras:

  • Usa recipientes de vidrio o acero inoxidable para almacenar comida.
  • Reemplaza alimentos envasados en plástico por productos en vidrio, como mantequilla de maní o salsas.
  • Evita guardar jugos ácidos o alimentos grasos en plástico, ya que estos fomentan la liberación de partículas plásticas.

Reduce los ultraprocesados en tu dieta

Los alimentos como nuggets de pollo y camarones empanizados contienen niveles alarmantes de microplásticos. Según Mason, los nuggets tienen hasta 30 veces más partículas por gramo que el pollo fresco. Además, los microplásticos abundan en especias y sales, especialmente en granos de sal rosada o negra.

Qué evitar:

  • Productos ultraprocesados, especialmente los que pasan por envolturas plásticas durante su fabricación.
  • Sales como la rosa o negra, que contienen mayor concentración de microplásticos en comparación con las variedades refinadas.

Qué priorizar:

Frutas, verduras y carnes frescas, con menos exposición al plástico durante su procesamiento.

Despídete de las bolsas de té plásticas

Las bolsas de té de nylon pueden liberar más de 11,000 millones de partículas microplásticas en tu bebida. No te preocupes, hay alternativas accesibles y amigables con el ambiente.

  • Usa infusores con té de hoja suelta.
  • Busca bolsas de té hechas de celulosa, un material biodegradable que además filtra metales pesados perjudiciales.

Reducir microplásticos mejora vida y planeta

El mundo produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año y para 2050 podría superar los 1,100 millones. Este número no solo afecta el ecosistema, también nuestra salud. Expertos señalaron a New York Post que los microplásticos dañan células intestinales, provocan inflamación y alteran tu microbiota, además de detectarse en órganos vitales.

Aunque eliminar por completo la exposición es imposible, adoptar cambios como estos reduce considerablemente la acumulación de microplásticos en tu cuerpo. ¿El cambio empieza contigo? Sí, pero también urge más claridad en los límites de exposición y regulación, según los autores de un estudio publicado en Genomic Press.

Reducir los microplásticos protege tu cuerpo, pero también fomenta un estilo de vida más consciente. Cambiar hábitos simples, como el uso excesivo de plásticos, no solo te hará bien a ti, también al planeta entero.

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