En la lucha contra el cáncer, la ciencia ha tomado caminos inesperados. Los trasplantes fecales, una técnica que transfiere bacterias intestinales de un donante sano o curado a un paciente, están transformando la forma en que se aborda esta enfermedad. Más allá de lo inusual que suena, esta práctica está cambiando vidas y podría marcar un antes y un después en los tratamientos oncológicos.
El intestino, más que un órgano digestivo
El intestino humano no solo procesa alimentos, también es hogar de millones de microbios que afectan cómo el cuerpo combate enfermedades graves. Estudios recientes demostraron que la microbiota intestinal juega un papel crucial en la respuesta a ciertos tratamientos contra el cáncer. Según NBC News, los inhibidores de PD-1, un tipo de inmunoterapia, enseñan al sistema inmune a identificar y atacar las células tumorales. Sin embargo, estos medicamentos no funcionan para todos, ya que más de la mitad de los pacientes con cáncer avanzado no responde.
La microbiota intestinal podría estar detrás de esta falta de respuesta. Científicos han descubierto que ciertos microbios pueden activar células inmunitarias que luchan contra el cáncer. Esto llevó a preguntar, ¿qué pasaría si se transfiere la microbiota de un paciente que responde al tratamiento a otro que no?
Cómo funcionan los trasplantes fecales
Con los trasplantes fecales, los médicos buscan cambiar el ecosistema intestinal. Este procedimiento incluye la reintroducción de bacterias mediante:
- Infusiones directas de microbiota a través del colon.
- Cápsulas que contienen material fecal tratado, conocidas como "pastillas de microbiota".
Un ensayo en Israel y Estados Unidos logró que tres de 10 pacientes con melanoma metastásico, que anteriormente no respondían a inmunoterapias, mejoraran su estado. De acuerdo con New York Post, uno de estos casos quedó libre de cáncer tras este tratamiento combinado.
Una historia de esperanza: el caso de Tim Story
Tim Story, un entrenador de fútbol americano en Mississippi, recibió un diagnóstico devastador de cáncer de intestino en etapa 3. Con quimioterapia e inmunoterapia fallidas y un pronóstico de meses de vida, aceptó unirse a un ensayo experimental. En este estudio, los médicos usaron microbiota de una paciente completamente curada para combinar trasplantes fecales con inhibidores de PD-1.
El tratamiento incluyó infusiones y cápsulas orales que, junto con inmunoterapia, lograron lo inesperado. Para otoño de 2024, los médicos declararon a Story libre de cáncer. “Fue como ganar la lotería”, expresó mientras volvía a enseñar y entrenar tras años de retiro.
Limitaciones y futuro prometedor
No todos los casos siguen un camino tan positivo como el de Tim. En el ensayo donde participó, sólo tres pacientes, además de él, mostraron mejoría, y esta fue temporal. Además, depender de los llamados “superdonantes”, personas con microbiotas únicas y efectivas, no es sostenible a gran escala.
Por ello, los investigadores ya trabajan en alternativas más prácticas:
- Crear versiones sintéticas de microbiota eficientes.
- Desarrollar probióticos basados en las bacterias clave identificadas en superdonantes.
Según el New York Post, una startup en colaboración con el MD Anderson Cancer Center ha logrado encapsular estas bacterias en una píldora que podría usarse de forma masiva en el futuro.
Los trasplantes fecales representan una puerta abierta a mayores posibilidades en oncología. Aunque aún queda mucho por investigar, los ensayos iniciales han demostrado que la microbiota podría ser una poderosa herramienta para mejorar la efectividad de terapias existentes. Si la ciencia logra optimizar esta técnica, más pacientes como Tim podrían encontrar esperanza donde parecía no haberla.