Con el argumento de que es de interés nacional garantizar que el sur de California tenga los recursos hídricos necesarios para prevenir y combatir los incendios, el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva en un tono muy agresivo exigiendo incrementar el suministro de agua y anular si es necesario las políticas estatales “dañinas”.
Ordenó a los secretarios del Interior y de Comercio tomar medidas medidas para anular las actividades existentes que sobrecarguen lo que consideró indebidamente los esfuerzos para maximizar las entregas de agua, según la orden emitida el pasado 24 de enero, cuatro días después de que Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos.
El objetivo es incrementar el bombeo de agua mediante el State Water Project (SWP) que consiste en una vasta red de vías fluviales que comprende el Delta Sacramento-San Joaquín, que recolecta y transporta agua de alta calidad, limpia, segura y asequible a hogares, granjas y empresas desde el Área de la Bahía hasta el sur de California.
La decisión generó fuertes reacciones por parte de grupos ambientalistas que sostienen que tendrá un grave impacto para los peces en peligro de extinción, el ecosistema del Delta y las actividades de pesca comercial y recreativa.
Directivos de Save California Salmon (SCS) rechazaron la orden ejecutiva alegando que se trata de una crisis fabricada y de una apropiación de agua para el sector agrícola, que principalmente siembra cultivos para la exportación.
Regina Chichizola, directora ejecutiva de SCS, dijo que la organización se opone firmemente a cualquier acción federal que “priorice los intereses privados por sobre la protección de la calidad del agua potable de millones de personas, los derechos de los pueblos indígenas, el salmón y los empleos en la industria pesquera”.
“Estas órdenes junto con la gran cantidad de acciones tomadas muestran que Trump tiene la intención de atacar el medio ambiente de cualquier manera que pueda. Han puesto a California en la guillotina, y el gobernador Newsom debe hacer todo lo posible para proteger nuestro hermoso estado y a todos los que viven aquí”, dijo Kasil Willie.
La organización indicó que los distritos hídricos y los líderes del sur de California han sido muy claros en cuanto a que no hay una crisis hídrica en el sur de California y que las condiciones climáticas inducidas y otros factores obstaculizaron los esfuerzos iniciales de extinción de incendios.
Detalló que los embalses del sur de California se encuentran en niveles superiores a la media, mientras que la industria pesquera del salmón se enfrenta a su tercer año de cierre de la pesca comercial y recreativa de esa especie “debido a la política hídrica que devastó las poblaciones de salmón durante la administración anterior de Trump”.
Josa Talley repudió que Trump haya fijado un costo “inaceptablemente” alto para los posibles fondos federales de emergencia.
“La ayuda en caso de desastre para la segunda ciudad más grande de los Estados Unidos no debe ser rehén de las demandas de agua irrazonables de Trump”.
