En el primer aniversario del choque del carguero Dali con el puente Key de Baltimore, una nueva investigación de la Universidad Johns Hopkins revela el importante riesgo de que grandes barcos colisionen con los principales puentes de Estados Unidos.
El profesor asociado Michael Shields, que dirigió el estudio, advirtió que este tipo de incidentes potencialmente catastróficos se producirán cada pocos años.
El análisis de la Johns Hopkins revela una subestimación de los riesgos nacionales. Al examinar décadas de datos sobre colisiones, detalles de la construcción de puentes, tráfico marítimo y errores de navegación, el estudio identifica el puente Key como una de las 10 estructuras más vulnerables de EE.UU.
Si no hubiera sido por su reciente colisión, el puente Key, que tenía 46 años en ese momento, probablemente habría sufrido otro incidente en un plazo de dos años.
En un contexto más amplio, Shields y su equipo han identificado otros 20 puentes que se enfrentan a importantes riesgos de colisión con barcos. Entre ellos, el puente de la bahía de Chesapeake presenta una preocupación local, con expectativas de un incidente importante cada 86 años.
Esto contrasta con otras estructuras más frecuentemente atacadas, como el puente Huey P. Long de Luisiana, que se prevé que sufra un impacto cada 17 años, y el puente de la bahía de San Francisco-Oakland, en riesgo cada 22 años.
Sobre el estudio
De acuerdo con NBC News, Shields aboga firmemente por la adopción de medidas para mejorar la seguridad de los puentes, haciendo hincapié en la importancia de los sistemas anticolisión y de los pilares reforzados, sobre todo en lugares vulnerables como el puente de la bahía de Chesapeake. Mientras que los expertos instan a tomar medidas inmediatas, el Departamento de Transportes de Maryland sostiene que, sin mandatos normativos, las mejoras se retrasan hasta que se consideran necesarias tras evaluaciones exhaustivas.
Las secuelas del incidente de Dalí han suscitado un intenso debate, con críticas dirigidas a las autoridades de Maryland por su posible negligencia en la adopción de medidas preventivas. Jennifer Homendy, responsable de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, insiste en la necesidad de realizar evaluaciones exhaustivas de la vulnerabilidad para identificar de forma preventiva las estrategias de reducción de riesgos.
En respuesta, la Autoridad de Transporte de Maryland destaca las colaboraciones en curso con expertos externos para evaluar las medidas de seguridad esenciales para las infraestructuras existentes y futuras. La reconstrucción del Key Bridge está bajo escrutinio, y Shields aboga por un vano más largo para mejorar la maniobrabilidad de los barcos y la corrección de errores. Aunque los nuevos diseños prometen un vano un 35% más ancho, persisten los debates sobre la longitud óptima.
Las lecciones extraídas de tragedias pasadas, como la colisión mortal del puente Sunshine Skyway en 1980, ilustran los retos que plantea la modernización de las estructuras más antiguas para adaptarlas a las normas de seguridad contemporáneas. El enfoque federal garantiza que las nuevas construcciones empleen las mejores prácticas para prevenir las colisiones de barcos, pero sin una inversión sustancial, los puentes envejecidos como el Key y el Bay Bridges siguen siendo vulnerables.