¿Un indicador temprano del sentimiento de los electores? Las elecciones en Wisconsin y Florida dieron una señal –de alerta– a los republicanos y un aviso claro: algo no está bien.
La derrota en la elección de la Corte Suprema en Wisconsin, donde Elon Musk invirtió más de 20 millones de dólares convirtiéndola en la contienda estatal más cara en la historia del país, pudo haber sido una sentencia para el magnate (y también para la Casa Blanca).
Con detractores dentro Partido Republicano, que ya decían que el CEO de Tesla iba por un mal camino, el presidente Donald Trump, lo dejó más claro que el agua: su trabajo en el gobierno federal está llegando a su fin.
Se desmorona el imperio. Musk no vive su mejor momento y su euforia se está desvaneciendo: derrotas electorales, desplome de Tesla y criticas por sus decisiones gubernamentales le podrían estar poniendo punto y final a su estadía en la Casa Blanca. Ahora, parece que solo será un “asesor informal”.
Las señales dicen más que mil palabras
Primera señal: el fiasco en Wisconsin. El estado que Trump ganó por 30,000 votos en noviembre se volteó con 16 puntos hacia los demócratas en las elecciones de la Corte Suprema. Los votantes dejaron claro que no solo estaban eligiendo a un juez, sino enviando un mensaje de rechazo a la administración.
La participación en los bastiones demócratas fue clave, y el descontento con los recortes a la educación y los derechos reproductivos parece haber pesado más que la chequera de Musk.
Segunda señal: la ajustada victoria en Florida. En uno de los estados más leales a Donald Trump, los republicanos retuvieron sus escaños en la Cámara de Representantes, pero con resultados preocupantes.
En el sexto distrito, Randy Fine ganó, pero con una diferencia 14 puntos menor que la de su predecesor. Peor aún, en el primer distrito, los demócratas lograron lo impensable: convertir en azul el condado de Escambia, un bastión republicano en el Panhandle.
La caída en el margen de victoria republicana refleja un descontento creciente entre los votantes conservadores y una mayor movilización de los demócratas.
Señales, pero… También hay facts
Históricamente, el partido que pierde la presidencia suele ganar terreno en las siguientes elecciones legislativas. Pero los republicanos no parecen estar capitalizando el momento. En vez de consolidar el apoyo, las elecciones en Wisconsin y Florida muestran señales de erosión en su base electoral.
Los votantes independientes y suburbanos, claves en las contiendas decisivas, parecen estar alejándose… Si estas elecciones son un adelanto de lo que viene, el Partido Republicano tiene razones para preocuparse: la estrategia del caos y la revancha podría no estar funcionando tan bien como en el pasado.