El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este lunes en la Casa Blanca que no planea devolver a Kilmar Abrego García, un inmigrante deportado erróneamente a su país.
En una reunión en la Oficina Oval, el presidente salvadoreño declaró que no tiene planes de devolver a Abrego García a los Estados Unidos: "¿Cómo puedo devolverlo a los Estados Unidos?", preguntó Bukele. "¿Lo introduzco de contrabando en los Estados Unidos? Por supuesto que no lo voy a hacer", agregó.
La declaración de Bukele se produce después de que el Departamento de Justicia de EEUU informara a un juez federal que no estaba obligado a repatriar a Abrego García, un residente de Maryland casado con una ciudadana estadounidense.
Esta situación ha generado preocupaciones sobre posible crisis constitucional debido a la negativa del gobierno de Trump a cumplir con órdenes judiciales relativas a su retorno.
Abrego García fue deportado a El Salvador por “error”. Aunque un juez había dictaminado que no debía ser enviado a ese país por riesgo de persecución, el gobierno lo incluyó en un vuelo con supuestos miembros de pandillas y envió a CECOT, la cárcel símbolo del control absoluto del gobierno salvadoreño.
ICE reconoció que se trató de una “falla administrativa”. El Departamento de Justicia, por su parte, no niega la deportación ilegal, pero asegura que ya no hay nada que hacer: El Salvador tiene la custodia y alegan que Abrego García es un “miembro de la MS-13”, aunque no tiene condenas ni en Estados Unidos ni en ningún otro país, y las supuestas pruebas incluyen un hoodie de los Bulls y una declaración sin firma de un informante. La defensa, por su parte, lo niega todo.
Reunión entre Bukele y Trump
Durante la reunión, el presidente Trump agradeció al líder salvadoreño por su rol en las operaciones de deportación masiva, subrayando que su administración ha deportado a más de 200 venezolanos a El Salvador desde enero. Los deportados han sido alojados en la controvertida mega prisión CECOT, criticada por su severidad y violación a los derechos humanos.
Bukele reafirmó su apoyo a las políticas de deportación, afirmando que estas iniciativas son necesarias para "liberar a 350 millones de personas".
"Hay que encarcelarlas para poder liberar a 350 millones de estadounidenses que piden el fin de la delincuencia y el fin del terrorismo", concluyó el presidente salvadoreño.
