¿Alguna vez has analizado que si nos dicen que dibujemos un pene podemos hacerlo rápidamente, pero si nos piden que dibujemos un clítoris quedamos en cero? Pues sí, lo tenemos normalizado y eso es porque vivimos en un mundo machista en el que el placer femenino ha sido por años un tabú.
Con datos en mano actualmente se puede decir que el clítoris tiene una densidad significativamente mayor de terminaciones nerviosas concentradas en un área mucho más pequeña, especialmente en el glande. Algunos estudios sugieren que el clítoris tiene una inervación hasta seis veces más densa que el pene, considerando su superficie.
Pero, ¿qué es una inervación? De acuerdo con la Real Academia Española, esta es la “acción que ejerce el sistema nervioso sobre las funciones de los demás órganos del cuerpo”. Es decir que, según estudios el clítoris tiene más amplia red de nervios que lo conectan, por lo que, al estimularlo, el placer es intenso.
Sin embargo, aquí no estamos para decirte si el clítoris es más placentero que el pene o viceversa. Si no, para hablarte sobre el Inflatable Clitoris Sculpture, un proyecto que busca crear un clítoris inflable de tres pies de altura para que sea exhibido en festivales u otros eventos. El modelo fue diseñado por Jordann “HONEYDIP” Dominique de Luminescent Synergy.
El fin: hacer que la gente conozca la anatomía del botón del placer que se encuentra en la parte superior de la vulva.
Sophia Finster, la impulsora de este proyecto, cuenta que la primera vez que supo sobre la anatomía del clítoris fue cuando asistió a la charla TEDx de la artista Sophia Wallace titulada "A Case for Cliteracy". Wallace tiene más de 11 años dedicada a visibilizar el clítoris a través de esculturas, bocetos, collages y discursos. Su trabajo destaca por el proyecto "CLITERACY", una iniciativa que explora la ciudadanía y la autonomía sobre el propio cuerpo a través de diversos medios como textos, instalaciones urbanas efímeras, representaciones artísticas en vivo y esculturas.
Entonces, un año después de que Finster adquiriera esa información, fue a un festival de música y vio penes inflables balanceándose entre la multitud.
“Pensé: ¿Por qué no clítoris? Saqué mi teléfono, pensando que podría pedir un clítoris inflable por internet. Pero después de buscar muchísimo, no encontré nada. Había penes inflables de todos los tamaños y colores imaginables, pero en cuanto al clítoris, lo más parecido que encontré fueron pequeños modelos impresos en 3D, joyas y arte en 2D. No existían clítoris inflables grandes para celebrar”, escribió Finster en la historia de la campaña.
Por ello, ideó este proyecto, hizo eventos en Washington D.C. para dar a conocer la iniciativa y organizó una colecta en Kickstarter con el fin de reunir 5,000 dólares para sacar adelante los clítoris inflables.
Además de apoyar a este proyecto, las personas que dieron su colaboración también ayudaron a impulsar otras iniciativas como Clitoris Zine: un minilibro bellamente ilustrado lleno de datos, historia y arte; pegatinas con forma de clítoris diseñadas por la artista Sam Hamilton; un adorno de clítoris 3D de varios colores diseñados para ponerlo en cualquier superficie impreso por Chris Mush; llaveros de clítoris impreso en 3D; una lámpara de clítoris con dodecaedro de madera cortado a láser diseñada por Matt Babcock y Sam Hamilton, cortada a láser por Matt Babcock.
Todas estas iniciativas tienen un fin común: apoyar la educación, el arte y la visibilidad del clítoris.