En marzo, el mercado inmobiliario del norte de Virginia experimentó un notable aumento de los listados de viviendas nuevas, con un incremento del 25,7% en comparación con el año pasado. Esto sugiere una creciente disposición de los propietarios a vender, impulsada por la necesidad o por la oportunidad.
Según los datos de la Asociación de Agentes Inmobiliarios del Norte de Virginia, que supervisa las actividades inmobiliarias regionales, la zona albergaba 1,980 viviendas, entre casas, adosados y condominios, a finales de marzo. Esto supone un aumento del 63,6% en los listados activos con respecto al año anterior.
A pesar del auge del inventario, las cifras de ventas se han mantenido moderadas. Las nuevas ventas pendientes aumentaron modestamente un 5,5%, y las ventas cerradas subieron menos de un 1%. Esto se alinea con una tendencia más amplia en el área metropolitana de D.C., donde un aumento de los listados no ha tenido un impacto significativo en las cifras de ventas.
Los compradores están enfocando las decisiones con cautela, mostrando menos urgencia. Las ofertas están incluyendo con más frecuencia contingencias tradicionales, como inspecciones y tasaciones, lo que indica una vuelta a prácticas de compra más cautelosas.
El tiempo medio que una vivienda permaneció en el mercado en marzo fue de 18 días, lo que prolonga el periodo de ventas en un 12,5%. No obstante, esto sigue siendo eficiente en relación con la media nacional de 36 días, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
El leve repunte de las ventas pendientes y cerradas en Virginia del Norte contrasta con la situación nacional, donde las ventas de viviendas existentes descendieron un 2,4% en comparación con el año pasado.
El precio medio de la vivienda en marzo alcanzó los 755,625 dólares, lo que supone un aumento del 3,5% respecto al año anterior, y pone de manifiesto la resistencia de la región frente a las tendencias bajistas nacionales.
