Dicen que el amor se encuentra en los lugares menos esperados, pero para muchos jóvenes, deslizar fotos de desconocidos en apps de citas suena más como hacer fila en el banco que como buscar un flechazo. Mientras Tinder y Bumble empiezan a quedarse vacíos - ambos perdieron 594,000 y 368,000 en Reino Unido - nuevas plataformas inesperadas como juegos online o apps de fitness están robándose el protagonismo ¿Pero qué está pasando?
¿Cansado de deslizar sin parar en apps de citas?
El famoso “swipe” que revolucionó las citas digitales ahora tiene un efecto contraproducente. Según expertos citados por BBC News, este sistema de gratificación instantánea, inspirado en experimentos con palomas (gracias, BF Skinner), genera una sensación de ser fácilmente reemplazable. Esto, sumado a horas deslizando perfiles sin resultados satisfactorios, ocasiona estrés y una baja autoestima en el 79% de los usuarios jóvenes, según datos de Forbes. Al final, la búsqueda de mensaje perfecto puede dejar más agotamiento emocional que alegría.
Fotos viejas, expectativas nuevas
Nada rompe más rápido la magia que una cita en la que alguien luce como el primo lejano de la persona de su perfil. En una encuesta de la app de relaciones Hily, un 54% de los Gen Z y un 62% de los millennials confesaron terminar una cita antes de tiempo al notar este “engaño visual”. Estas experiencias generan desconfianza e inseguridades, afectando la capacidad de establecer conexiones genuinas. A esto se suma el miedo constante a ser juzgado, especialmente entre quienes tardan meses en cambiar una foto por temor a no cumplir con expectativas ajenas. Curiosamente, uno de cada cuatro hombres no actualiza su foto en más de seis meses, mientras las mujeres se estresan pensando qué tan duro las juzgarán. New York Post reveló que solo esa “fotaza” en la hora dorada logra motivar a cambiar la imagen.
¿Fatiga emocional o simplemente normalidad?
El término “fatiga por apps de citas” se escucha más entre los jóvenes, quienes empiezan a criticar el diseño de estas plataformas. Investigaciones publicadas por BBC News concluyen que muchos sienten ansiedad al usar estas aplicaciones, porque priorizan la cantidad de opciones sobre la calidad de las interacciones. Además, se genera la ilusión de una oferta ilimitada, lo que aumenta la indecisión y el miedo a elegir mal. Este fenómeno deja a usuarios emocionalmente saturados, afectados por la constante exposición a perfiles y rechazos.
Amor donde menos lo esperas
Mientras las apps tradicionales pierden usuarios, espacios menos convencionales captan corazones. Strava, la famosa app para corredores, no solo gana usuarios (al cierre de 2024, tenía 135 millones), sino también crea parejas, uno de cada cinco usuarios Gen Z confesó haber salido con alguien que conoció corriendo. También está Letterboxd, la app donde los cinéfilos no solo critican películas, sino que también encuentran el amor. Según BBC News, estas plataformas ofrecen conexiones menos comerciales y más auténticas, algo que muchos buscan desesperados en un mar de “matchs” sin chispa.
Hookups vs. compromisos
Los jóvenes, especialmente los Gen Z, parecieran más interesados en vivir aventuras que en formar una familia tradicional. Mirror menciona que el 75% prioriza su carrera sobre relaciones, y el 69% cree que los estándares de citas necesitan una buena modernización. Esto, sumado a la creciente cultura de encuentros casuales, está transformando el tablero amoroso. Además, muchas apps, diseñadas para encuentros pasajeros, añaden sal a la herida de quienes buscan algo más profundo.
Un futuro (emocionalmente) prometedor
No todo está perdido para los románticos empedernidos. Paul C. Brunson, vocero global de Tinder, asegura que los Gen Z redefinirán las relaciones. Según Mirror, con valores como la empatía y el desarrollo personal como brújula, esta generación podría construir relaciones más fuertes que las de sus predecesores. Mientras tanto, plataformas como World of Warcraft o los clubes de running se destacan como espacios donde el amor surge sin la presión de las expectativas digitales.
Entonces, ¿adiós a las apps de citas? Quizás no, pero es evidente que los jóvenes buscan conexiones más reales, donde la pasión por un hobby o un interés común hace mucho más que un simple “like”. Tal vez el secreto para encontrar el amor esté en dejar de buscarlo tan desesperadamente y, como dirían algunos, simplemente correr (o jugar) hacia él.